Si alguno de vosotros ha trabajado alguna vez en una oficina, habrá comprobado que la forma de enfrentarse a los problemas es diferente entre los hombres y las mujeres. Igual generalizado y no debería de hacerlo, pero tengo esa mala costumbre. Pues en un mundo en el que mandasen las mujeres, las luchas serían así: te llevas a la gente a tu bando y en frente pones al enemigo. La lucha no será abierta ni encarnizada. Será de otra forma. Y creo que la lucha ya ha comenzado.
Un artículo de Daniel Díez
No veo la TV. Es higiene mental. Aun así, intento estar informado. Y últimamente
es un no parar de noticias de guerra. Pero no las guerras de siempre. Hablo de
una guerra que se ha declarado al hombre. Porque este, hace un montón de cosas
malas por el hecho de ser hombre, y sus víctimas son las mujeres por el hecho
de ser mujeres. Lo más actual es leer noticias relacionadas con un movimiento
llamado #MeToo que intenta luchar contra los abusos de poder y el trato sexual
inapropiado. Pero ¿Qué es inapropiado?
Obviamente, no estaría mal erradicar del mundo a los abusones y acosadores
si no fuera porque se entiende por abuso a todo aquello que disgusta. Y tampoco
se le da la presunción de inocencia a la parte acusada. Se utiliza mucho la
brocha gorda y no se aceptan matices.
Hace unos días, en España, decenas de Guardia Civiles, mayoritariamente hombres
(porque las pocas mujeres que hay en la Unidad Militar de Emergencias,
prefieren estar destinadas en las oficinas) pasaban frio empujando coches y
rescatando personas ante una nevada que pilló desprevenidos a muchos
conductores. Ya sabes, el patriarcado. Mientras, en la ceremonia de los Globos
de Oro, actrices y actores se aplaudían a sí mismos y a sus discursos. El
reconocimiento a las buenas actuaciones pasaba a un segundo plano.
Algunas actrices se hicieron protagonistas sacando a la luz un problema de
supuestos acosos que llevan décadas en la industria del cine. Y para ser un país
que durante décadas se ha declarado “El mundo Libre” ya le rasca que sea ahora
cuando se abre la boca para destapar algo que parece ser tan gordo y de tanto
tiempo atrás.
¿Quién ha ganado este o aquel premio? Ni idea, De eso no se ha hablado. Y
se supone que las entregas de premios son para eso. Pues no, llevamos ya
demasiado tiempo viendo como las entregas de premios del sector “cultural” se
han convertido en un escaparate para las ideas “progresistas”. Sobre todo, la
del sector feminista de la última ola.
CUALQUIERA PUEDE SER SEÑALADO
SEA VERDAD O NO: ESTÁS ACABADO
Aplaudir causas justas es bueno y deseable, pero cuando aplaudes una causa en
principio noble, pero luego instrumentalizada para obtener beneficios por parte
de algunos en detrimento de otros, puede pasar que salgas escaldado. ¿A que me
refiero? ¿Cuál es el problema?
James Franco fue el maestro de ceremonias en los Globos de Oro. Vistió de negro como
casi todos, aplaudió los discursos de sus compañeras, y luego, fue denunciado
por acoso. Así que peligra su Óscar al que todos apuntaban como favorito.
Porque una vez puesto en la diana, nadie le va a dar la presunción de
inocencia. Ya ha ganado el premio, tiene la estatuilla del premio al actor de
conductas sexuales inapropiadas.
Obviamente, el acoso es delito. Ejercer chantaje sexual para dar un papel
en una película es algo deleznable. Y una vez puesta la tirita, añado: el
delito se da cuando se ofrece sexo con extorsión. Por ejemplo, si se da el caso
de rechazar una oferta sexual y luego te hacen un boicot y nunca vuelvas a
trabajar. Si te obligan a hacer algo que no quieres hacer, eso es delito.
En toda negociación, las personas deberían de ser libres de ofrecer lo que
se quieran, y la otra parte, ser libre de rechazarlo y no pagar las
consecuencias más allá de perder una oportunidad. Si te ofrecen un papel a
cambio de una noche de cama, siempre puedes decir que no. En vez de por dinero,
se estaría negociando con sexo.
Entonces tenemos dos casos diferentes:
1 – Cuando te obligan a algo sin elección. A la fuerza. Que sería un
delito.
2 – Cuando quieren negociar con sexo en vez de con dinero.
Obviamente, en Hollywood están un poco hartas de este último punto. Pero no
hablamos de un crimen, en todo momento las personas serían libres de hacer lo
que quieran. Y me parece perfecto que quieran erradicar de una vez por todas
esas prácticas. Practicas por otra, que, si eran tan generalizadas, entiendo
que muchas de las estrellas tuvieron que pasar por el aro. Eso, o no eran tan
generalizadas. Sea como sea, una actriz no es una puta y no se merecen que sean
tratadas de esa forma.
Hollywood es muy competitivo. Para conseguir trabajos hay que hacer
marketing. Se tiene que hablar de ti. No solo el talento sirve. Es una
industria muy difícil. Y si dejas de aparecer en los medios, si se deja de
hablar de ti, cada vez te llegaran peores guiones y oportunidades.
En España, durante mucho tiempo, de dio cancha a mujeres que decían que se
habían acostado con futbolistas. Algunas consiguieron una profesión a partir de
eso. Una profesión de mentir, conseguir bolos, acostarse con otro, seguir
mintiendo o exagerando y así ir progresando en la farándula. Aunque ni siquiera
hacía falta acostarse con alguien, bastaba con decirlo.
Las pruebas nunca han importado
SOLO LA DENUNCIA MEDIÁTICA DE ACOSO
¿Acaso te crees que no existe eso en los Estados Unidos? Existe de muchas
formas. Una de ellas es decir que te han acosado. Obviamente, ahora ha surgido
la oportunidad de sumarte al carro de la nueva moda: los acosos.
Imagínate que aparece una actriz poco conocida y dice que fulano se propasó
con ella. ¿Qué significa que se propasó? Bueno, ahora lo llaman “Conducta
sexual inapropiada”. Pues como todo es metido en el mismo saco, podríamos
entender que ha pasado algo de esto:
1.
Que te intenten
violar.
2.
Que te extorsionen para mantener sexo contigo a cambio de
darte un papel y con la amenaza de que no volverás a trabajar si lo rechazas.
3.
Que te ofrezcan sexo de forma educada o de forma torpe,
pero seas libre de rechazarlo y no haya consecuencias. Es un intento de ligue
en el trabajo. En el mundo del cine hay gente muy guapa.
4.
Que se inventen un acoso a partir de un intento más o
menos elegante (o no) de ligar contigo.
5.
Que se inventen un acoso cuando no ha pasado nada ya sea
por aparecer en los medios e intentar aprovechar ese empujón mediático o para
simplemente vengarte de alguien con el que has tenido algo y terminó mal.
¿Qué está sucediente? Que cuando sale una noticia de que tal persona acosó
a otra, se da por hecho que ha sido uno de los dos primeros puntos. Es el
inicio del fin de la persona acusada. Nadie
va a leer el contenido de la noticia. La gente se queda con el titular.
Ha habido acusaciones del tipo: “Es
que Fulanito, con el que estaba saliendo, se sacó la chorra para que se la
chupase, y claro, para que no me odiase se la chupé”. Y esto lo publica en
las redes sociales como si esta mujer fuese una víctima de algún tipo de abuso
o violación. Pero bueno ¿Estamos locos? Pues parece ser que después de décadas
de intentar que las mujeres sean tratadas como a los hombres, ahora se quiere
que sean tratadas como niñas con cuerpos de mujer. Seres inocentes y delicados
a los que proteger.
Recuerdo al personaje de Ari Gold.
Un personaje mítico de una serie mítica llamada “Euntourage”. En español “El
Séquito”. Una serie y personaje, que, con la nueva ola de corrección política,
sería imposible de hacer hoy en día. Porque hoy en día, las actrices que se
visten de negro para ir a los Globos de Oro prefieren vendernos productos como
la nueva de StarWars donde las protagonistas tienen el pelo rosa o luchan con
espadas laser y conducen naves espaciales sin una sola hora de formación.
Pues el actor que encarnaba al personaje de Ari Gold. Jeremy Piven,
fue, como tantos otros, acusado de acoso. Y cuando digo acusado, no me refiero
a denunciado ante la justicia. No, me refiero a comentarios en Facebook y
Twitter que han pasado de eso a ser noticia mundial.
La primera consecuencia, fue la cancelación de su serie. Vale, no era una
serie buena y siempre se podrá decir que la cancelación fue justificada y ajena
al escándalo. Pero con precedentes como los de Kevin Spacey, dejarme pensar mal.
El actor fue y sigue investigado por la productora. Muy pocos se pensarán
en ofrecerle un papel. Pues el actor, defenestrado y seguramente sin ofertas
sobre la mesa, vio como se le caía encima el mundo. Una “denuncia” y su carrera
a la mierda. La gente no lee noticas. Lee titulares. Y el titular es que Fulano, Mengano y Citano han sido
denunciados por el movimiento #MeToo. Otro Harvey
Weinstein.
¿Qué hizo Jeremy Piven? Se
sometió ante notario a la prueba del polígrafo. ¿Qué dio? Pues que no mentía
cuando decía que nunca acosó a nadie. ¿Alguien le ha manifestado su apoyo? ¿Su
presunción de inocencia? ¿Han creído la prueba del polígrafo? Pues cuatro
amigos que se sepa. El resto callan para no ser purgados.
Hubo cuatro mujeres que no fueron de negro a los Globos de Oro. Y fueron
criticadas. En realidad, hablan de liberar a las mujeres, pero luego critican a
las que ejercen su libertad vistiendo como les da la gana. Si metes un matiz al
discurso de ese bando, pasas automáticamente al otro bando. Todo el mundo sabe
que como abran la boca para defender la presunción de inocencia de un amigo,
les va a caer una buena encima. No ganarán nada y perderán mucho.
ANTE UNA ACUSACIÓN DE ACOSO
NO HAY DEFENSA LEGAL NI MEDIÁTICA
Por suerte, esta locura no ha contagiado a toda la sociedad. Catherine Deneueve y otras actrices
francesas, han firmado un manifiesto por la libertad sexual. Por la
diferenciación entre tocar una rodilla y aprovecharse de alguien. Por la
diferenciación entre manifestar una atracción sexual más o menos educada o
torpe de una verdadera agresión sexual o acoso. Por la libertad para poder
expresar tu atracción sin tener miedo a ser denunciado por acoso y privado de
una presunción de inocencia o ser condenado a un linchamiento mediático. Espero
que a estas mujeres les vaya mejor que a Matt
Damon. Este famoso actor ya intentó manifestar esto último y se le tiraron
a la yugular. De momento ya las han acusado de cómplices de los violadores.
He empezado a ser más cuidadoso con el contenido que consumo de esa
industria. ¿Por qué? Pues porque hay actrices que le han declarado la guerra al
hombre. Si algo les desagrada es una agresión. “Lo micro lleva a lo macro”. Que
quiere decir que, si haces algo, por muy pequeño que sea, y eso va en contra de
su ideología de género, automáticamente pasas a ser un violador en potencia. Necesitan
que dejes de ser un hombre y pases a ser un aliado. Un hombre psicológicamente vaginizado.
Cuando pase eso, podrás ser de los suyos, mientras, mejor que disimules y digas
que sí a todos sus delirios.
Este tipo de mujeres, que suelen ser la punta de lanza de esas campañas, no
aceptan ni un matiz a lo que dicen ni la presunción de inocencia. Si tienes
pene y te han acusado de algo, por algo será. Habrás hecho algo horrible.
Porque no diferencian entre decir a una mujer que es guapa de lo que es un verdadero
acoso. Y está pasando que todo esto comienza a ser inyectado en los guiones y
en la elección de los personajes de las películas. Ahora me toca tener higiene
mental donde jamás me había tenido que preocupar de tenerlo.
Siendo una batalla que tenían ganada gracias a los medios de comunicación,
y a la cobardía de muchos que aplauden en vez de abrir la boca y decir que
deliran. Pues, aun así, están metiendo la pata. Porque se les está yendo de las
manos. Empieza a haber voces que quieren reescribir o censurar obras clásicas
por parecerles contrarias a su moral. Y claro, es tan delirante, que echan por
tierra todo el demás discurso. Discurso, por otra, que estaba calando hondo.
Por lo tanto, en mi libertad, que de momento, aunque
el retroceso en las libertades es cada vez más pronunciado, aun puedo elegir
que ver y no dejarme adoctrinar. Evito los guiones donde hayan metido la mano para
hacerlos políticamente correctos. Porque si pago dinero, es para que no se me
utilice. Es para ver un buen material. No me parece de recibo que alguien
consiga un papel por alguna política de paridad o de “No racismo” o esas
políticas de obligar a meter actores feos para conseguir una representación más
real de la sociedad que ya se están implantando en Francia. O la de las cuotas
para gente gorda que quieren introducir. No quiero ser partícipe de este
delirio. Quiero que las actrices que estén en las películas sea por su talento
e imagen. No porque se la chuparon a alguien. ¿No iba de eso la cosa?
No hay comentarios:
Publicar un comentario