¿Has estado alguna vez con una prostituta de lujo? ¿Con una scort? Yo no. La verdad. Pero como conozco a gente que sí. Está claro que por mucho que me cuenten, no puedo ser un experto sin haberlo experimentado en primera persona. Pero quizá no sea necesario para esto que quiero contarte.
Un artículo de Daniel Díez
Imagínate que contrato a una
prostituta de lujo y le digo que se vaya con un amigo mío. Que le haga compañía
durante todo un día. Mejor, imagínate que estoy generoso y le pago una semana
entera. Y ahora, en un hipotético caso, a ella se le olvida contar que está
siendo pagada y que es prostituta. Resulta que me amigo “conoce” a una mujer,
ella está receptiva, muy amable, simpática, sexualmente muy dispuesta, dulce,
cariñosa, complaciente pero mudita respecto a contarle toda la verdad.
Pasa esa semana y me encuentro con mi
amigo. ¿Qué me contaría? Estoy por asegurar que me diría que ha conocido a una
diosa, a la mujer perfecta. A la mujer de su vida. Pobre iluso.
Vale. Iluso. Pero ¿Y si le digo que
ella no le quiere? ¿Qué ella está con él por el interés? Seguramente mi amigo
me contradiga. Luche contra mi opinión. Me diga que no tengo ni puta idea. Y es
que casi todos nosotros, poco o nada conocemos del amor. ¿Cómo sabemos que una
mujer nos quiere de verdad? Obviamente la prostituta está con mi amigo por el
interés. Interés económico. Pero resulta que mi amigo es incapaz de distinguir
lo que vive con la prostituta de lo que ha vivido en pasadas relaciones. Y
peor. Esta carencia de amor verdadero, para él es incluso mejor, que cuando
tuvo amor con sus parejas anteriores. ¿O es que acaso nunca tuvo amor? A lo
mejor nunca le quisieron de verdad.
Y ahora, algo más cruel y
descabellado ¿Y si a la prostituta le pago un año entero? No tengo tanto
dinero. Pero es hipotético. ¿Mi amigo vendría diciéndome que es todo muy raro y
ella no le quiere? ¿O por el contrario lo experimentaría como una historia real
y maravillosa? Obviamente, ella pagada por sus servicios, no va a dedicarse a
manipular, a hacer chantaje, a discutir o entrar en tiras y aflojas. Y va a ser
muy complaciente y muy poco egoísta. Para mi amigo ella es la mujer perfecta. Ya,
pero ella está por el interés y no le quiere. Sus anteriores parejas le
querían, me dirá alguno. Si, ¿Verdad? Pues si le querían ¿Por qué lo dejaron?
¿Había diferencias irreconciliables? ¿Tan difícil es mantener una relación que
ni el amor es capaz de conseguirlo? Pues con la prostituta parece que el dinero
sí que puede.
Vale, sus ex no le querían, pero si
miras alrededor es fácil ver parejas felices que se quieren. Al menos, es lo
que me dirán muchas personas. Pues déjame ser un cínico filosófico. Déjame
decirte que toda pareja está cimentada a base de ciertas condiciones. Que de no
darse la pareja se rompe. Por ejemplo, la fidelidad. Una infidelidad hace
añicos a una pareja. Aunque no la rompa, ya no vuelve a ser lo mismo. Pero es
que hay otras muchas condiciones no tan claras.
Toda pareja tiene un coste asociado.
El coste de renunciar a otras personas. Ya sea a pasar tiempo con ellas o a
mantener relaciones con terceros. Tiene un coste económico si hay hijos o si
ella gana menos que él. Tiene un coste de tiempo y renuncias a hobbies de
juventud. Renuncias a fiestas y borracheras. Depende de la persona, dependen
las renuncias.
EL COSTE DE RENUNCIAR A OTRAS PERSONAS
Como hombre, en una pareja renuncias
a muchas cosas. Incluso renuncias autoimpuestas como mirar más por ella a costa
de mirar menos por ti. Subordinar deseos propios por los de ella. Y de forma
tácita, a base de tiras y aflojas, queda implícito que, de salirte de
determinada ruta, llegarán las discusiones y la consiguiente ruptura. Por
ejemplo: si te arruinas en un negocio ¿Qué pasará?
Pues si tu mujer es joven y de buen
ver… lo llevas crudo para mantenerla. Lo siento, quizá no estés de acuerdo.
Pero sí coincidirás conmigo, que hay un porcentaje de mujeres que podrían dejar
a su pareja si esta cambia su estatus económico o se le va la olla y deja el
trabajo o no cumple con sus “obligaciones”. Y por obligaciones me refiero a lo
que ella entienda que son sus obligaciones como pareja: Traer dinero a casa,
mirar por ella, cuidarla, ser detallista, etc.
Con esto quiero decir, que hay casos,
yo creo que la mayoría, donde el amor, al menos a largo plazo, tiene sus
condiciones. Casi nunca es incondicional.
Todos podemos estar enamorados y hacer locuras sin pensar más allá de
dar rienda suelta a lo que sentimos, pero el enamoramiento tiene fecha de
caducidad. Y terminada la fase de enamoramiento, la pareja se mantiene mientras
el statu quo no cambie. Y de cambiar, es cuando se muestran las cartas y las
condiciones para que la pareja sobreviva quedan al descubierto.
Por lo tanto, mientras el amor no sea
incondicional tiene un precio. Todos cobramos de una forma y otra a nuestra
pareja. Todos somos de una forma no oficial algo prostitutos.
Cuando una mujer está contigo y te
conoció cuando tenías un buen trabajo, pero no saldría contigo si te hubiese
conocido estando en el paro, siento decirte que no le veo mucha diferencia a lo
de mi amigo y la prostituta. Solo cambia el precio. Y según algunas
estadísticas, el 80% de las mujeres españolas de 26 a 35 años no saldrían con
un hombre en el paro. El amor pierde y ganan mis argumentos.
Piensa en las condiciones que una
mujer te puede pedir para estar con ella:
1 – Ganar suficiente dinero. La
hipergamia dice que mientras más ganes más mujeres estarán a tu disposición.
2 – Estar dispuesto a ser fiel a ella
y nunca más tener sexo con otras.
3 – Pasar determinado tiempo con ella
en detrimento de otras personas.
4 – Vivir juntos y dormir en la misma
cama.
5 – Estar dispuesto a casarte
oficialmente.
6 – Tener hijos.
7 – Tener una casa y un status de
vida determinado.
8 – Hacerla feliz. O sea, que la
responsabilidad de su felicidad recaiga sobre ti.
Pon más condiciones si se te ocurren.
También dependerá de la mujer.
EL PRIMER DÍA DEJA CLARO QUÉ QUIERES
¿Cómo saber si tienes un amor
demasiado condicionado? Porque doy por hecho que preferirías que fuese
incondicional ¿No? Porque también existen muertos de hambre que les da igual
todo mientras les dejen follar. Me dais mucha pena, pero está claro que de ser
estos, os conviene más contratar prostitutas que una relación. Para el resto.
¿Cómo aspirar a un amor incondicional? O al menos cercano a incondicional.
Pues pensándolo un poco podría decir
que desafiando los puntos anteriores. Por ejemplo, buscando a una mujer que
gane más dinero que tú y sepas que así va a seguir siendo. Por ejemplo, una
empresaria echada para adelante o alguien con un puesto vitalicio como un
empleado público.
También puedes, desde el primer día,
dejar claro que tus amigos son importantes y pasar todo el tiempo que desees
con ellos y en las actividades que más te apetezcan. Incluido irte de
borrachera si es lo que te gusta. Si ella protesta, oídos sordos. Ni caso y que
te deje.
¿No quieres tener hijos? Déjalo claro
desde el primer día. Y así todo. Puede ser que, con este tipo de elecciones,
muchas mujeres pasen de tu culo. O me temo, que quizá pasen todas las que
podrían haber querido. O las que se queden sea porque no tienen otra opción por
ser su precio de mercado bien bajo. Y estas no te gusten.
Al menos, estarás intentando que te quieran tal y como eres. Que estás buscando a una mujer que no debas “comprarla”. Al menos intentarlo es mucho más de lo que hace la mayoría de gente. Y al menos no te veré con esa cara de amargado que tiene la mayoría de los hombres casados. Con una vida a años luz de cómo era cuando eran veinteañeros y sabían sonreír y disfrutar de la vida.
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