Según el diccionario de la R.A.E. un
cerdo, es un mamífero artiodáctilo del
grupo de los suidos, de cuerpo grueso, cabeza y orejas grandes, hocico estrecho
y patas cortas, que se cría especialmente para aprovechar su cuerpo en la
alimentación humana. O bien, coloq. puerco: 2. persona sucia 3. persona
grosera 4. persona ruin U. t. c.
adj. Creo que la mujer que me lo llamó, se referiría a los significados grosero y ruin; ya que el tema de la
higiene lo llevo bastante al día, y a pesar de mi modesta figura, no creo tener
las patas tan cortas, ni las orejas tan grandes. Y más por ruin supongo, ya que
trato de cuidar bastante mis formas y mi vocabulario: es lo que tiene vivir en
sociedad.
Se supone que soy un cerdo, por
querer cortar antes incluso de haber empezado, una potencial relación que a mi
juicio no me convenía. Y si creo que algo no me conviene, no me siento en la
obligación moral de asumirlo. Es así de simple. Dejarlo antes de que se generen
daños o se creen expectativas, o situaciones que no tienen por qué darse,
porque si uno deja las cosas claras desde el principio, la otra persona sabe a
qué atenerse y qué es lo que puede esperar de ti. Prefiero dejar claro lo que
puedo dar, lo que quiero dar, y lo que no desde el minuto cero, porque no me
gusta ni que me hagan perder el tiempo, ni hacérselo perder a las demás.
Aun así, ya sea por reto, por
convicción, por ¿curiosidad? o por lo que sea, de vez en cuando, encuentras
relaciones que, a pesar de mis parámetros, parece entrar al trapo. Creo que en
mi caso la cosa puede ir más por el lado de la curiosidad, porque no me veo
como un reto para nadie: te empiezas conociendo, quedas un par de veces, tienes
un par de findes buenos, si la cosa va saliendo bien, pues oye… uno también se
plantea dar más de lo que pensaba, porque la mujer con la que te encuentras, se
lo gana o se lo merece, o simplemente, te da la gana dar más porque sale de ti.
Y punto.
Pero si ves llegado un punto, que la
relación puede salirse del marco definido, que se crean expectativas en la otra
persona y lo adviertes… y estás seguro de lo que quieres y no es eso ¿te
callas? ¿le sigues la corriente utilizándola? ¿la haces perder el tiempo cuando
quizás podría estar con otra persona que sí esté dispuesta? No está bien
utilizar a las personas “mientras duren”, ni engañar siguiendo la corriente, ni
renunciar a lo que uno quiere, ni pretender cambiar a nadie. Puedes amar a
alguien cuando le aceptas. Si tratas de cambiar o moldear a alguien, no le
quieres. Simplemente, le estás utilizando para que sea como a ti te conviene, y
eso ni es amor ni es nada: es interés de mierda.
OYE TÚ ¿POR QUÉ CREES QUE
ELLA TE PUEDE DESCARTAR A
TI?
…Y hablando de interés de mierda, por
ejemplo: por no tener coche, por no ganar lo suficiente a su juicio, por no ser
alto, por no tener un físico envidiable, por decir siempre lo que pienso
realmente (aunque cada vez menos) y resultar hiriente, o políticamente
incorrecto, o mi especialidad: por no dejarme moldear y que se canse y se agote
de intentarlo. No se le pueden pedir peras al olmo. Por todas esas cosas, yo sé
que me han descartado en múltiples ocasiones. Ni una, ni dos… más veces ¿por
eso yo pienso que ella es una cerda? Si no soy lo que ella quiere, y no entra
en sus planes ¿por qué tiene que comulgar ella con un tipo como yo?
Simplemente, no tiene que hacerlo. No es su plan.
En cambio, si yo como hombre pongo
mis cartas en la mesa y soy coherente con ellas ¿soy un cerdo? Pues a lo mejor
hay que añadir esa definición al término cerdo: dícese de la persona que en una relación, expresa sus deseos desde el
primer momento, y es coherente con ellos durante y hasta el fin de la misma.
Y así además enriquecemos el concepto con algo honorable, que el cerdo está muy
mal visto. Un buen amigo me dice “a este paso te vas a quedar soltero”. Y no
solamente él, y me lo dicen como si fuera un agravio. Si esa es tu intención
desde el principio y lo dejas claro, ni agravio ni ambigüedad que valga en lo
posterior. No digo que sea la panacea, digo que es una opción: la opción que a
mí me vale.
Queridos hermanos… ¿qué podemos
pedirle a una mujer hoy en día? Si lo que queremos es una relación sana: que
sea independiente, que tenga opciones, que sea trabajadora, que tenga su vida y
que si está contigo sea porque ella quiere… no porque le hagas falta para nada,
y ¿en cuanto a físico? Cada uno sabe lo que le gusta, así que cada uno sabrá.
Pero ante todo, lo que más debiéramos valorar, es que sea una mujer que
libremente, opte por estar contigo, porque eso es lo que vale realmente: que te
elijan de forma libre.
Por otro lado, la experiencia me
dice, que las mujeres que son así y cumplen estos parámetros, no sienten la
necesidad imperiosa de formalizar una relación ¿te das cuenta? ¿por qué será? Cuando
sientes que te quieren coger del brazo, o percibes que de una u otra forma, que
las cosas dentro de la relación empiezan a tener precio, o empiezan a
condicionarse a lo que das o dejas de dar ¿de qué estamos hablando? No te engañes,
una mujer a día de hoy, no necesita formalizar una relación con hombre alguno
para tener una vida plena. Ni tú como hombre tampoco. Entonces ¿por qué lo
siguen pretendiendo algunas? Querido amigo, quizás porque no coinciden con el
perfil de mujer que he dibujado unas líneas más atrás.
La que quiere amarrar, o el que quiere amarrar… él o
ella sabrán por qué lo hacen, pero desde luego si tuvieran los recursos
suficientes no te digo para llevar “una vida de la hostia”, sino simplemente
para llevar “una vida tranquila”, no tendrían tantas ansias en comerciar y
atrapar. Hoy en día, el hecho de querer formalizar una relación, fuera de lo
que es simple deseo y voluntad, es una decisión contractual cuyo único objetivo
es alcanzar un estatus que no se tiene. Si, has oído bien: estatus. Piensa bien
si quieres seguir tus propios planes, o si simplemente quieres ser la pieza que
le falta, al plan de otra persona. Obviamente, seguir tus propios planes
implica tenerlos ¿tú los tienes? Aparte de ser donante de esperma, y proveedor
de bienes y servicios de aquí a treinta años me refiero…
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