Esa
mañana no sonó el despertador, no tocaba. Me hubiera gustado prepararlo todo
mejor, pero hubo que improvisar. No había hecho limpieza y la casa estaba un
poco patas arriba. Aun así, parecía dar igual, la habitación se había convertido
en un búnker del que parecía no querer moverse nadie. Debía ser temprano
todavía, pero no había ningún reloj o móvil a la vista para mirar la hora.
Mejor así…
SER HORMIGUITA NO ES SEXY
Desde
que tengo uso de razón, siempre he tenido la sensación que de no estar
trabajando, escribiendo o estudiando (cuando me estaba formando) estaba
perdiendo el tiempo. No sé si alguna vez te has sentido así: si bajas la
guardia un segundo, todo se puede echar a perder, a la par que el ansiado
triunfo siempre tarda más en llegar, cuanto más se quiere y cuanto más se
trabaja por él. Y aun así, parece que la suerte (aquel preciado don), siempre
salpica más a otros que no se esfuerzan tanto.
¿QUÉ PASA SI UN HOMBRE CUALQUIERA NO ESTÁ DISPUESTO A RENUNCIAR A SUS INTERESES INDIVIDUALES?
No
sé si alguna vez te has visto forzado a frenar en seco y decir aquello de “Me
planto, se acabó”. Si por el contrario te cuesta decir que no, o tiendes a hacer
el esfuerzo porque las cosas funcionen, estoy seguro de que pondrás siempre de
tu parte para construir. Pero espera un momento, quiero que me respondas a esto
¿te compensa? ¿te aporta algo a ti ese esfuerzo y ese sacrificio que estás
haciendo para que la maquinaria siga funcionando?
¿POR QUÉ SIEMPRE DAMOS MÁS A QUIÉN MÁS TIENE?
¿Te
imaginas levantarte una mañana cualquiera, mirarte al espejo y que veas
reflejado al magnate (de ficción) Tony
Stark? No creo que eso pase, a menos que te parezcas al actor Roby Downey JR. Si eso te pasara, quien
dice Tony Stark, dice algún rostro
famoso asociado a una imagen de éxito, tu vida se volvería de la noche a la
mañana, increíblemente más fácil, hablando solo de la apariencia. Pero bueno,
no somos el puto Iron Man ¿correcto?
Suscribirse a:
Entradas (Atom)