Eso les dije a ambos estando sentados en la misma mesa
de las pocas veces que hacemos por juntarnos. En mi familia siempre hemos sido
una diáspora, nunca hemos sido de pegarnos los unos a los otros con carácter
formal y periódico formando pequeñas colonias y eventos asociados a
#MundoCuñado donde hay que ir sí o sí para no quedar mal. Más bien al
contrario, somos de irnos uno a cada punta y allí emprender un pequeño núcleo.
Se puede decir que estamos muy repartidos. Poniéndome al día con ellos, les
solté lo de que al ritmo que voy, me
parece que por mi parte no van a ser abuelos…
No es que sea algo que se me haya ocurrido de la noche
a la mañana, ya que en estos últimos diez años, mi ritmo de vida y opciones
apuntan a cualquier cosa menos a un asentamiento tradicional. Les solté
aquello, más que nada para cerciorar cuál sería su reacción y ver si les
conozco realmente o no. Al parecer se congratulan de tener un hijo que puede
ser considerado un “ejemplar en libertad”. Y eso que podría meterles en el
cajón de la old school por las
opciones que tomaron en su momento.
Estoy harto de ver como personas que me importan y que
son mis amigos, sufren por no poder materializar sus planes. Planes que son por
ejemplo, el ser padres y madres. No he visto en este sentido más frustración
que una sola vez o dos veces, porque es algo más frecuente de lo que parece, y
de lo que tendría que llamarse “el ciclo natural de la vida” pasamos a un
rosario de la aurora, que se convierte en casos en obsesión y motivo de
frustración y hasta rupturas. No es algo que haga gracia.
Da la sensación de que ni si quiera somos dueños de
las consecuencias de las opciones que tomamos. Lo pienso, y si yo vine al mundo
como quien dice “sin querer” y aquí estoy plantado, por más planes que me haga…
¿quién dice que no puede haber un “sin querer”? Es más, estaría más dispuesto a
aceptar un imprevisto, que un elaborado plan familiar que por muy bien trazado
que esté en papel, quizás nunca vaya a materializarse.
SI NO PASAS POR EL ARO, RESULTA QUE ERES UN INMADURO
Me hace gracia, mucha gracia aquello de que te tachen
de inmaduro o de raro si no te casas o si no has sido padre o no quieres serlo
llegada una edad. Y como estoy vacunando contra el chantaje emocional, digamos
que me importa bastante poco lo que se entiende a día de hoy por compromiso,
concepto en decadencia y totalmente incompatible con la especie humana en una
escala real de necesidades: allá vosotros con lo que firmáis, vosotros veréis.
Creo que es bastante más inmaduro perder el tiempo
forzando planes que no te van a hacer feliz y que los haces porque los hace
todo el mundo. Y que ni si quiera sabes si podrás llevar acabo. Me recuerda a
la típica regañina de ¿Qué pasa Manolito?
¿si tus amigos se tiran por una ventana tú también te tiras? Pues eso, es
hasta infantil. No deja de ser la misma charla. Pero bueno, si un día te
encuentras con la situación y ello se debe a unas consecuencias de unos actos,
pues para eso se supone que somos ya mayores edad ¿correcto? Eso sí, los planes
te los metes por donde te quepan.
¿Sabes qué creo? La deuda pendiente del hombre a día
de hoy (y siempre) ha sido el gobierno y el control de sí mismo: el
autocontrol. Por eso tantos y tantos, se relajan al encontrar una pareja que
asume este control sobre ellos, que les planifica y les organiza la vida,
dejándoles exentos de esa responsabilidad que solo corresponde a cada uno
asumir. No creo en las víctimas, cada uno sabe dónde se mete. A veces pareciera
que es el propio hombre, el que opta por convertirse en un bote de esperma y en
una cuenta corriente, con tal de que haya alguien que le esté diciendo
constantemente lo que tiene que hacer, para no responsabilizarse de sí mismo y
sus opciones.
Se
acabó lo que se daba: se acabó la tontería, la estupidez, la feria, el
auto-engaño, la sugestión y la piedad contigo mismo. No te voy a decir lo que
tienes que hacer, aunque lo estés deseando como un febril
borrego. Ahora sabes más que antes, porque lo que acabas de leer aquí es verdad. ¿Qué no te gusta?
No te preocupes, siempre te quedarán las comedias románticas. Vamos ¿por qué no
te largas? ¿todavía sigues aquí? Ya estás tardando…
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