Un par de cosas antes de empezar: esto va de cuernos.
Y la otra: la tecnología y las leyes siempre han ido por detrás del deseo
humano, tratando de satisfacerlo por un lado y regularlo por otro. He querido
decir deseo y no instinto de forma totalmente intencionada, porque a pesar de
cómo está el mundo, todavía hay gente que se niega a expresar lo que todos
sabemos, y tienen que esconderse detrás de lo políticamente correcto por miedo
a quedarse fuera. En lo personal yo pondría delante al instinto, que siempre
tiene la última palabra, y toda huella de libre albedrío y voluntad, la dejaría
a título de mera máscara, porque al final la cabra siempre tira al monte, pese
a quien le pese.
Hay tíos a quienes les gusta que les mientan, aunque esté
muy mal expresado. Mejor dicho: hay tíos que prefieren no saber la verdad
porque su entramado vital está tan sumamente subordinado a los planes de su
pareja, que como les cambies un poco el esquema, directamente les destrozas la
vida. Este tipo de tío, es como Marco: se pasa la vida entera buscando a su
madre en cada mujer que se le cruza.
Después hay otro tipo de tío, que es el que dice
preferir la verdad a la mentira aunque le duela, pero normalmente el que quiere
saber con tantas ansias la verdad, o pide sinceridad de continuo, no la acepta
cuando se la encuentra por la misma razón que el anterior. Se da cuenta de que
era mejor no saber nada, pero ya es demasiado tarde. Otra cosa que he
aprendido, es que quien pide sinceridad, es porque antes ya se le han metido
alguna vez y ya va a “tiro hecho” con la desconfianza por bandera. Este tipo de
tío puede hacerle a su pareja la vida imposible, y normalmente suele meter los
cuernos y los celos en la conversación, aunque no se hayan dado… dándoles tal
protagonismo, que suelen ser los primeros inspiradores en ganarse una buena
cornamenta.
Otro tipo de tío, del cual no estoy muy seguro si
existen ejemplares en libertad, sería aquel que acepta la naturaleza femenina
porque la conoce. Sabe lo que hay y en lugar de “echarle la culpa al mundo”, o
de cerrar los ojos y someterse, le saca partido a esta situación y en palabras
de mi amigo Alfon “se aprovecha del
sistema”. A este tipo de tío no le vas a ver jamás en una reunión de cuñados.
EL MÓVIL, PIEDRA FILOSOFAL
DE LA INFIEL
Ahí va un dato: entre
un 3 y un 10 % de los exámenes de ADN da como resultado que la pareja estable
de la madre no es el padre biológico de los hijos [Redes para la Ciencia,
2010]. No sé tú, pero a mí no me parecen pocos y ya no estamos hablando de una
relación de dos, sino de una consecuencia, con lo que si nos quedamos en los
previos… el “grado de infidelidad” es un auténtico sindios parrandero y
verbenero. Por esta misma razón, ser un controlador en pareja es absolutamente
inútil.
Lo más rentable para un hombre hoy en día, es no tener
una pareja estable. No he dicho lo mejor, porque eso va en cada uno: he dicho
lo más rentable, recomendable o inteligente. Hay tíos que se mueren de pena si
no viene una mujer y “les salva”. Ni que decir tiene que estar con una mujer
por amor es lo mejor del mundo, pero estas cosas van y vienen, y al final por
un lado o por otro tienes que acoquinar. No se trata de forzarse a la pareja,
se trata de estar con quien tengas que estar cuando tengas que estar. Hasta que
esta idea no cale realmente en la sociedad, en las familias, en las
instituciones, los tíos seguirán haciendo el idiota cada vez que firmen un
papel en cuyo membrete diga “contrato de matrimonio”.
Aparte de que no conozco mujer que se despegue de su teléfono
móvil (intenta tú hacer que se despegue si puedes), cuando un tío más cabreado
a estas alturas que un chimpancé rabioso, le pide el móvil a su pareja para
hacer rastreo, el NO ya lo tiene. Y si se lo dan, cosa que no me parece bien
porque nadie es quien para revisarte el WhatsApp, la limpieza “de huellas” ya
está hecha seguro ¿por qué lo sé? Porque si no, el móvil no te lo dan ¡ni de
coña! Puedes estar seguro de ello, querido amigo controlador de la nada y
preocupado por todo. Cualquier cosa que te diga se quedará muy corta, en
comparación con la realidad. ¿Y cuál es la realidad? Pues que…
¡ESTO ES UN SINDIOS!
… y si no lo quieres ver, es que estás ciego, o
prefieres estarlo. La promiscuidad es más antigua que la raza humana y
pretender creer que tienes el control de los deseos y necesidades de una mujer,
es algo científicamente imposible. ¿Sabes qué es lo que si puedes controlar? Lo
que haces con lo que tienes entre las piernas, aunque la experiencia me dice
que prefieres que sea una tía quien te lo administre y no tú mismo, pero bueno…
tú verás.
Cada vez que un tío le pide revisar el móvil a su
pareja está haciendo nefastamente el ridículo: el día tiene 24 horas. A este
tipo de tío, ni si quiera le llamaría talibán o controlador, le diría imbécil
directamente. Y si WhatsApp es una
aplicación que genera separaciones y divorcios, no es que ahora haya más
promiscuidad que antes. Lo que pasa, es que ahora la promiscuidad deja huella y
por eso es más fácilmente detectable. Nada nuevo ha nacido bajo el sol en este
sentido ¿Y tú qué? ¿has pedido alguna vez el móvil a tu pareja para revisarlo o
te lo han pedido? Ya sabes lo que hay.
Se
acabó lo que se daba: se acabó la tontería, la estupidez, la feria, el
auto-engaño, la sugestión y la piedad contigo mismo. No te voy a decir lo que
tienes que hacer, aunque lo estés deseando como un febril
borrego. Ahora sabes más que antes, porque lo que acabas de leer aquí es verdad. ¿Qué no te gusta?
No te preocupes, siempre te quedarán las comedias románticas. Vamos ¿por qué no
te largas? ¿todavía sigues aquí? Ya estás tardando…
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