Después de una reunión
con William Wallace, Máximo Décimo
Meridio, Humphrey Bogart, Bruce Lee, Mahatma Gandhi y Sigmund Freud, hemos llegado a una conclusión: El Mesías no vendrá.
Empecemos por aceptar esa realidad. Ya vino una vez y nos lo cargamos
públicamente. No creo que tenga ni ganas, ni cuerpo para volver a la Tierra en
este plan, sabiendo que solo se va a encontrar con gentuza especialista en
“mirar hacia otro lado”. ¿Asumir responsabilidad? Por eso, el Mesías no
regresará nunca, porque en cuanto ponga un pie en tierra firme, le van a cargar
todas las culpas y responsabilidades habidas y por haber. Todos los desfalcos,
delitos, estafas, crímenes, robos, fraudes y deuda que habita sobre la faz de
la tierra: todo aquello por lo que reclama la gente –Ahí os pudráis hijos de puta ¿voy a bajar yo desde los cielos a
ayudaros? ¿Para qué? ¿Para que me echéis toda la mierda encima? ¡Anda y que os
den!- El Mesías, se va a quedar de cañas y en paz con los extraterrestres. Ya
vino una vez y salió escaldado. Es Mesías, pero no gilipollas. Estamos solos.
Nos tenemos que inventar
uno. Un tío que diga -Yo me encargo-
y que se encargue. Un Sr. Lobo que
sepa solucionar problemas. Los jefes y directivos en las empresas, mandan
mucho, pero no son resolutivos. Es algo de lo que te das cuenta en cuanto te
ponen a alguien encima: el trabajo lo haces tú y el que está por encima de ti,
no tiene ni puta idea y suele estar a otras cosas. Cobra más que tú, porque se
supone que es responsable de lo que pasa o deja de pasar en su feudo, pero
solamente está ahí para ejercer miedo, presión y control. Entonces… pensando un
poco: si yo termino siendo responsable de lo que hago, de lo que digo y de lo
que produzco ¿para qué necesito un responsable mejor pagado por encima de mí?
La respuesta es clara, no lo necesito. Por cada uno de estos, podemos tener
tres o cuatro tipos “Yo me encargo”. No tiene que venir nadie a iluminarnos, nosotros
podemos hacerlo solos sin que nadie nos dé o nos autorice nada. Tu eres tu
propio motor activo, la
cuestión es si te lo crees o no.
Este es el tema, cuanto
más capaces y más acostumbrados estemos a ejercitar nuestro poder y capital individual,
en soledad o asociándonos entre iguales, menos jefes, directivos y políticos
van a ser necesarios. Sigue habiendo gente que sale a reclamarle
sus derechos a políticos e instituciones sordas… ¡desengáñate! Ni si quieran
saben que existes. No se preocupan por ti, solamente se preocupan de
mantener su estatus, igual que tu jefe. Tu jefe depende de ti, no te está
regalando nada: el capital humano lo tienes tú, y el que hace el trabajo eres
tú. Sin ti no hay nada. Nadie quien te de trabajo te está haciendo un favor:
ellos te necesitan, así que no les cedas tu poder teniendo miedo. El capital
humano es tuyo y solamente tuyo. Cuando entiendas esto, dejarás de esperar a
que venga el Mesías a salvarte. No necesitas que venga nadie a salvarte, porque
además nadie va a venir a salvarte.
Tener Éforos es anti-económico,
no resulta rentable: no producen, entorpecen, autorizan, desautorizan, siempre
van por detrás de lo que está pasando. Paran la actividad solamente para
hacerse notar y hacer ejercicio de autoridad. La mejor forma de combatir esta
lacra, es ignorarla, porque su único instrumento es el miedo y el control; pero
si tú tienes control sobre ti mismo, sobre lo que haces y sobre lo que dices, y
no tienes miedo a actuar… Serás capaz de hacerles inútiles públicos, porque las
piezas de la maquinaria que no funcionan, se acaban quitando, desprendiendo.
Las máquinas funcionan mejor sin peso muerto, y para que eso suceda todas las
piezas deben tener una función. Mira, abreviando: Tal y como está el patio, no
esperes que nadie te de trabajo o permiso para trabajar. Ahora es época de
crear, competir y vender tu propio capital humano. No es fácil, nadie dijo que
lo fuera, pero es lo que hay que hacer… ¡Es ponerse!
SE BUSCA
Hombre con ideas e
iniciativa suficiente para ponerlas en práctica. Buscamos un perfil responsable
que se comprometa con lo que hace, con lo que cree y con lo que dice; que no
deje para mañana lo que pueda hacer hoy y que cumpla con lo pactado. Alguien
que se atreva con los problemas y no se esconda como una rata que huye del
Titanic. Alguien que no necesite un jefe y que busque, encuentre y cree
soluciones; que se atreva a empezar desde cero donde nadie se ha metido antes,
que busque abrir caminos, crear métodos, protocolos en terrenos no trabajados.
¿Crees que son requisitos demasiado ambiciosos? ¿Crees que es demasiado? ¿Qué
no vas a poder? Esto, no es lo que piden las empresas, es lo que
te pide el mundo hoy y ahora si quieres vivir en él. No es opcional: O
lo tomas… o lo tomas. Acéptalo y terminarás antes. Espabila y deja de buscar
responsables, líderes, jefes, patrones y salvadores y cumple tú con ese papel.
Sálvate a ti mismo.
Se
acabó lo que se daba: se acabó la tontería, la estupidez, la feria, el
auto-engaño, la sugestión y la piedad contigo mismo. No te voy a decir lo que tienes que hacer,
aunque lo estés deseando como un febril borrego. Ahora sabes más que antes,
porque lo que acabas de leer aquí es verdad. ¿Qué
no te gusta? No te preocupes, siempre te quedarán las comedias románticas.
Vamos ¿por qué no te largas? ¿todavía sigues aquí? Ya estás tardando…
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