Últimamente me viene mucho a la mente Travis
Bickle, el protagonista de Taxi
Driver... Ya sé que la escena de You
talking to me? ha pasado a la posteridad, pero quiero contarte algo que
igual no se te había ocurrido. Hoy no voy a tirar por
el lado del antihéroe, por más que me guste en este personaje, si no
más bien por su carácter solitario y su concepto particular de practicar la
justicia. En efecto Travis pasa mucho
tiempo solo, demasiado tiempo, y los personajes con los que se encuentra de
noche, con los que contrasta su carácter solitario, dan cada uno para escribir
una novela. La vida de noche es otro rollo y la ausencia de luz natural, afecta
al cerebro de la gente. No es broma. Cuando uno pasa mucho tiempo solo, se crea
sus propias leyes y sus propias normas, sus propias manías y vicios de
conducta. Y como no tiene a nadie con
quien contrastarlos, o con quien comparar sus patrones de conducta, éstos se
refuerzan por el hábito, hasta hacer que te conviertas en un
bicho raro. Y si te pasa como al protagonista, que solamente se
encuentra con gente rara, tanto o más que él, lo que te puedan aportar no
siempre tiene por qué enriquecerte. En fin, qué te voy a contar… Nadie es
perfecto.
No es lo mismo repetirte algo frente
al espejo, sabiendo que no vas a encontrar oponente, que decirlo y hacerlo en
la calle, con alguien de verdad delante. No te estoy hablando necesariamente de
una confrontación física, ya sé que la escena invita a ello; pero ese ¿Me estás hablando a mí? delante del
espejo, en la calle probablemente tendría una respuesta del estilo Sí, te estoy hablando a ti ¿qué pasa? Dando
lugar a una confrontación prácticamente asegurada, a que menos una de las dos
partes, se retirara a tiempo. No nos gusta que nos lleven la contraria ¿verdad?
Pues discutir y la confrontación, el contraste y la diferencia, son precisamente
los elementos necesarios, para que las personas maduremos y crezcamos. No basta
con que sepas, si no además cómo desenvolverte con lo que sabes, o crees saber.
Y solamente, cuando te encuentras con un bache, una dificultad, un reto o una
confrontación en la que tienes que emplear tus recursos, sabrás si lo que
sabes, te vale o no. Es puro aprendizaje condicionado: ensayo / error.
¿Temes equivocarte y por eso no
actúas? ¿por eso no tomas decisiones? ¿por eso estás siempre igual esperando aquello
del When you wish upon a Star de tu
amigo Disney? Sí, esa filosofía
aborregante que te dice que te quedes mirando arriba pidiendo deseos, a ver si
te cae algo por suerte o don divino. Las estrellas no bajan solas del cielo, hay
que ir a cogerlas: sean mujeres, sean trabajos, negocios o caprichos. Y
probablemente, te tengas que pegar muchas hostias antes de conseguirlas. Si
tienes suerte y ya partes con una cierta ventaja, aprovéchala porque no deja de
ser capital a tu favor. Pero si no la tienes, has de asumir el riesgo de la
confrontación, contigo mismo, o con el oponente y claro… contar la posibilidad
de que puedes perder ¿eres capaz de asumir ese riesgo? Te recuerdo que aquí no
hablamos para aventajados, aquí hablamos para gente normal. Ahora, más que
salir a partirte la cara con alguien sin necesidad, la violencia a la que te
llamo, es la de hacer que el capullo
Disney conformista que llevas dentro, se vaya a hacer la mili con la
legión.
SENTADO SE VE
TODO MÁS FÁCIL
Desde luego que sí, pero ¿sabes
qué? Yo te puedo decir como españolito de a pie y tipo del montón, que hay que
pegarse algunas leches, para que las cosas te salgan, porque no las regalan.
Esto lo sabe, hasta el ratón del experimento, al que meten en un laberinto para
encontrar el queso y le cronometran. Tardará lo que tarde, pero lo acabará
encontrando. Como tú no eres un ratón inocente de laboratorio, eres tú quien ha
de optar por meterse en el laberinto. Si no, no hay premio. A veces sale y a veces no, pero la lotería no
deja de ser un juego para tontos, porque en ese caso, la banca siempre gana. Es
pagar por una promesa incierta, que ni si quiera depende de ti, o de nada que
puedas hacer ¿no te das cuenta? No hay otra forma de crecer, cambiar, ganar o
salirte con la tuya, que apelar a la confrontación con uno mismo… y después con
las barreras externas, o con el tocapelotas de turno, pero primero siempre con uno mismo. Recuerda: sí, te estoy hablando a ti.
Si de verdad estás interesado en ese algo más, que nadie
se atreve a publicar por miedo a que le cierren la editorial, nuestras
publicaciones desde la primera hasta la última, se meten por completo en todo
aquello que te quita el sueño sin pelos en la lengua y al detalle.
Somos completamente independientes y no nos vamos a callar, vamos a
seguir trabajando para contarte lo que quieres saber y
no conviene que sepas ¿Sabes una cosa? Se puede… ¡claro
que se puede!
2 comentarios:
Hola: efectivamente que nadie es perfecto y creo que a nadie le gusta que le digan a la cara sus errores o le lleven la contraria. La gente en esos casos se suele poner a la defensiva en lugar de apreciar que esos criterios diferentes a los nuestros nos ayudarán a madurar o ver la realidad con otros ojos. Es muy cierto que las cosas no suelen salir como queremos a la primera y nos caemos y deprimimos pero debemos levantarnos y seguir luchando por alcanzar lo que queremos. Cuando más nos cueste conseguir ese fin creo que más lo valoraremos… ya ví alguna de las reseñas que escribiste sobre de ‘Diario de un single’, ‘el nuevo Adán’… Muy reales y certeras… seguimos en contacto
Por cierto, el de DOS PADRES MUY DIFERENTES, me ha gustado mucho... tal cual la vida misma.
Gracias por tu visita
Publicar un comentario