Ya sabes que esta cita célebre no me pertenece ni
mucho menos. Este axioma cuasi-matemático 100% aplicable a la naturaleza humana
debido a su inteligencia, que no a la naturaleza animal en sí, es obra y gracia
del personaje de ficción House M.D.
Valga la redundancia y mi egocentrismo, al identificarme con este personaje de
ficción... por lo mucho que nos une en cuanto a percepción, e ¿historial amoroso? No
cojeo físicamente, pero mis contradicciones internas y humanas con mi lado animal,
bien valen una cojera o dilema moral. En una hipotética lucha a muerte entre mi
yo animal e instintivo, contra mi yo
racional y humano ¿cuál de estos Yo anda cojo? El humano desde luego, estamos
hablando de un animal domesticado por padres, moral, profesores, política, medios de comunicación
y hasta por las mismas amistades y círculos sociales en los que participo. Para
ir al grano, en efecto todo el mundo miente sin excepción. No es un supuesto,
es una realidad objetiva propia de nuestro ser inteligente. La sangre no
miente, en cambio la inteligencia sí… y mucho. Hoy no escucharé a los que se
quejan al fondo de la sala ante estas palabras, por una simple y mera causa: no
tienen razón y por pretender alegar en contra de esta realidad, sus propias quejas
agrandan este gran axioma.
Miente ella de forma natural e integrada en la
conversación, miente bien. Miente él de forma intencionada y premeditada,
miente mal porque ensaya para mentir. Miente ella, cuando dice que está contigo
por amor, cuando en realidad no tenía una opción mejor en sus posibilidades… en
efecto, el guapo millonario jamás le pedirá matrimonio. Miente él cuando dice
que la ama de verdad ¿por qué? porque es la única que le aguanta, y
probablemente con la única que ha estado en serio… fue él seleccionado, él no
eligió más que conformarse y dejarse llevar. Mejor no pensar en más opciones
¿verdad?
Mintieron tus padres cuando te dijeron que llevaron
la carta de los reyes magos al buzón, y mintió tu jefe, cuando te dijo que no
sabía nada dos días antes que te despidieran del trabajo y te lo oliste. Miente
la Iglesia católica con la Virginidad de María, cuando todos sabemos como
vienen los niños al mundo, y lo llaman la anunciación para poner al ser humano
como divino cuando no lo es. Es más, la Inmaculada Concepción, por tener que
llamarlo milagro. ¿Acaso no es ya un milagro el hecho de traer un hijo al
mundo? Y no por moral judeo-cristiana, si no porque estando ya la naturaleza
tan sumamente alterada, que nuestro genoma siga siendo funcional ¡eso sí que es
un milagro!
Mienten los políticos cuando dicen que pueden
solucionar un problema. Mienten y además, lo hacen mal, porque ya no se lo cree
nadie. Miente ella cuando te dice que solo te quiere como amigo en lugar de
decirte la verdad ¿Y cuál es la verdad? Que no van a follar contigo porque no
les gustas. Miente él, cuando te dice aquello de te mereces algo mejor, o cuando dice que está ocupado, o hasta
arriba… Entérate: no le gustas, cuando a un tío nos gusta una mujer, hacemos lo
que tenemos que hacer, eso sí, con más o menos inteligencia. Ella se miente a
sí misma, y se cree todo lo que se dice, mientras que tú le mientes a ella, le
mientes a tus amigos, y ella por otro lado… le miente a su marido.
LA MENTIRA ES EL PILAR FUNDAMENTAL DE NUESTRA
SOCIEDAD
Todos mienten porque creen que no les van a pillar,
aunque el refranero popular hace ver que se coge antes a un mentiroso, que a un cojo
¿será por eso que el Dr. House está
cojo? ¿será una alegoría del personaje a la mentira? En este caso, es el cojo
quien descubre un diagnóstico acertado, dando por hecho que todos los pacientes
que pasan por su consulta, mienten como bellacos en algún punto, para que nadie
descubra que la mayor causa de sus desgracias, está oculta bajo una mentira con
las que todos han comulgado. ¿Te pasa a ti lo mismo?
Decir la verdad, es honorable de puertas para fuera,
pero ¿nunca has pensado en ir con la verdad por delante por ti mismo? ¿quieres
ser honorable de cara a la galería? Si es así, acabarás mintiendo para que
nadie detecte tu debilidad, tu pereza, tu fallo, tu delito, tu engaño… hasta
tal punto, que te suponga la enfermedad, o incluso la muerte. ¿Crees que vendrá
alguien ha curarte o a rescatarte? ¿O tendrán que hacerte una autopsia para
descubrir que todo era una fachada? No te equivoques, esto no es una serie de
TV.
Siempre podrás decir que todo el mundo lo hace, encogerte de hombros y decir que da igual… El
mundo está como está, por gente que piensa así, hasta que la burbuja revienta. Tú
sabes que no da igual, y que cada contradicción dentro de ti, es un grado más
de hipocresía en el mundo. Esto no es una charla moralista judeo-cristiana, no
te digo que te portes bien. Te digo que defiendas tu verdad y tus ideas desde
dentro hacia fuera. Te digo que no renuncies a ellas, aunque la masa te dicte
que pases desapercibido y que lo dejes correr. Te daré una pista: las verdades
colectivas no existen, por muy justas que parezcan. Las verdades individuales
sí, porque son propias y no son impuestas.
Mientras defiendas y propongas tu verdad, sin
quitársela al de al lado, ni imponérsela a tu contrario, podrás hacer algo útil
en este mundo. ¿Eres capaz de eso? ¿o prefieres sumarte a una verdad absoluta y
categórica que te quite de pensar? Eso siempre es más fácil, formar parte de
una mente colectiva y totalitaria, que te proteja si te sometes, que tomar un
papel activo en el mundo, lejos del anonimato de una ideología, un partido, o
una doctrina o religión; en los que siempre manda alguien, que te dicta el qué,
el cuándo y el cómo. Esto no lo vamos a arreglar con verdades absolutas y
totalitarias, hermanitos. Así ya sabemos cómo se termina. Aquí tenemos que ser
cada uno, motor de nuestra propia verdad, para que el mundo avance. Perdón, el
mundo no, para que tú avances… y el otro, el otro y el otro.
Si de
verdad estás interesado en ese algo más, que nadie
se atreve a publicar por
miedo a que le cierren la editorial, nuestras publicaciones desde la primera
hasta la última, se meten por completo en todo aquello que te quita el sueño sin pelos en la lengua y al detalle. Somos
completamente independientes y no nos vamos a
callar, vamos a seguir trabajando para contarte lo que quieres saber
y no conviene que sepas ¿Sabes una cosa? Se puede… ¡claro que se puede!
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